jueves, 24 de julio de 2008

Magnolia

El otro día mencioné esta película. La verdad es que hay mucha gente que no la ha visto y, de los que la han visto, yo diría que el 50% no la soporta y el 50% está loco por ella.

Sinceramente me parace que todo el mundo debería probar. Las películas extremas siempre valen la pena. O descubres una joya, o te puedes cagar en el que te la recomendó por su mal gusto.

De todas formas, para ejemplificar la en este caso delgada línea que separa al narcisista-pretencioso-aburrido del genio, comparto con vosotros la secuencia de créditos con la que se abre la película (aunque realmente antes haya una introducción). Estoy seguro de que con esta presentación de personajes en siete minutos podéis haceros a la idea del resto de la película.

Por cierto, antes de que llegue alguna protesta. siento tener que ponerla en inglés pero ya sabéis que el Youtube no da tanto juego en español.



"It's not what you deserve but what you take" (Tom Cruise dixit)

miércoles, 23 de julio de 2008

Ricardo H. Añil (2008)

La rutina no es mala. Me gusta la rutina. La rutina es buena. Lo que pasa es que sufre un flagrante caso de mala prensa. Es una de esas palabras que no contienen una maldad o bondad intrínseca pero, nadie sabe porqué ni por quién, al final todo el mundo la teme o la desprecia.

Yo adoro la rutina. No tanto en lo que a la mía se refiere, sino a la ajena, a la que me tiende en bandeja conocer a los demás sin tener que pedirles permiso. La rutina ajena es una fuente de información y recursos interminable. Le permite a uno formar parte de la vida de un extraño.

Por ejemplo sé que los martes y los jueves me tengo que levantar a las 7:45 para ducharme, tomar un café, vestirme y esperar junto a la puerta a las 8:19. Hoy, por ejemplo. Martes. 8:19.

Así me aseguro escuchar los pasos que sobre mi cabeza recorren un pasillo especular al mío hasta detenerse justo en donde yo estoy. Ahí está. Se abre su puerta. Se cierra su puerta. Llaves. Se abre mi puerta. Se cierra mi puerta. Silbidos que llegan por las escaleras. Llamar el ascensor, siempre después. Marcando los tiempos. El haz de luz que sube frente a mí. Puerta. Aseguro que cada uno de mis pelos ocupa su lugar. Puerta. Haz de luz que baja. Puerta.

- Buenos días.

Sonrisa. Carraspeo.

- Buenos días.

Y durante 12 segundos, tres pisos, 9 metros, compartimos un pequeño espacio y respiramos el mismo aire. El mismo aire sale de uno para entrar en el otro.

Sonríe. Siempre sonríe. ¿ME sonríe?

Parada brusca.

Puerta.

8 pasos hasta la salida. Como siempre hay que conseguir darlos más rápido que ella para poder abrirle la puerta. Pero antes ha habido que sostenerle la otra. Y no se puede correr. Sería ridículo, desesperado. Por suerte tiene las piernas pequeñas. Pero eso es bueno. Es decir, todo en ella es pequeño. Pero proporcionado. Bueno, pequeño… normal. No es una enana. Es pequeña, frágil. Es pequeña. Perfecta. Es...

- Gracias. Que tengas un buen día.

Y ya estoy otra vez en la calle a las 8:22 de la mañana sin nada que hacer y ningún sitio a donde ir.

Puerta.

Ascensor.

Todavía puedo respirarla.

Parada brusca.

Llaves y puerta.

Fuera la chaqueta.

Sofá.

lunes, 21 de julio de 2008

Citas memorables IV

Si es que no tengo tiempo, no me quedan ganas o cualquier otra excusa que se os ocurra (que no sea "no soy capaz", por favor). No dedico al blog el tiempo que sería necesario para que realmente valiera la pena o, al menos, se acercara a lo que originalmente estaba previsto en la mente de su autor.

En fin, para compensar un poco a los visitantes mientras sigo disimulando y llenando espacio con irrelevancias como otro fragmento memorable de la historia del cine, os remito a un blog altamente recomendable. Desde hoy lo podéis encontrar en primer lugar en la lista de blogs y realmente, si tenéis tiempo, no dudéis en leer todos sus posts. Os aseguro que os vais a enganchar y, si no es así, sentíos culpables porque será demérito vuestro. Por favor una respetuoso enarcamiento (ya sé que esta palabra no existe, gracias) de ceja de bienvenida para el Escritor de mierda. Del que me permitiré adelantar una cita:

"Hay ciertas cosas que nos definen como especie (me refiero a los humanos en general, no sólo a los gallegos)."

Y ahora un par de joyitas de esa obra maestra que para muchos es una oda narcisista, pretenciosa y aburrida mientras que para mí es un torrente de genialidad y maestría que, entre otras cosas, tiene la virtud de demostrar que a Tom Cruise no se le olvidó ser un buen actor a los 3o años, simplemente se volvió idiota y avaricioso.

"Tengo mucho amor que dar, pero no sé dónde colocarlo"
"Puede que hayamos acabado con el pasado, pero él no ha acabado con nosotros"


Magnolia, 1999.

viernes, 18 de julio de 2008

¿Cuánta belleza se necesita para generar belleza?

Mirad este rostro:



¿Es bonito? Supongo que la respuesta más cabal es "sí, pero tampoco nada del otro mundo". Pues bien, ese rostro pertenece a Pattie Boyd. ¿Y qué tiene esta señorita de particular para merecerse una foto en mi blog? Pues, básicamente, ser la demostración física de que el término musa no es solo una excusa para los bloqueos de los artistas vagos. Ahí donde la veis, esa moza consiguió que en apenas tres años se compusieran pensando en ella "Something" de su por entonces marido George Harrison y "Layla" de Eric Clapton, el tipo por quien le abandonaría.

Y a todo esto quiero aprovechar también este momento para hacer cierta apología del que, desafortunadamente, ha pasado a la historia como el cuarto Beatle. Digamos que esta banda se divide en dos parejas. Por un lado están los chupacámaras John&Paul/Paul&John. Que cada uno elija el orden apropiado. Su hegemonía es difícilmente discutible. Compusieron la mayor parte de las canciones del grupo al igual que fueron las principales voces del mismo. Además su carrera en solitario tras su ruptura también merece mayor atención. Respecto a la pareja de segundones, cada cuál puede tener su opinión. No obstante parece que Ringo, por ser tan feo e histriónico (además de por actuar como cavernícola en una terrible película que desafiaba las leyes de la ciencia haciendo convivir al hombre y a los dinosaurios), se ha acabado ganando el puesto de tercer Beatle. Es por ello que mi venerado George Harrison, el hombre discreto, barbudo y espiritual se quedó a la cola de los demás.

Pues bien, hay una serie de razones por las que yo prefiero mantenerme al margen de ese orden establecido y sentir una especial debilidad por George. Las razones pueden ser varias y, obviamente todas ellas subjetivas y muy discutibles:

- precisamente por la discreción que le caracterizó le da para mí un especial interés. Parece como que no necesitaba destacar sobre sus compañeros. Emanaba seguridad en sí mismo y parecía estar un poco al margen de la locura Beatle. No sé, como si simplemente pasara por allí, consciente de que no era más que una etapa más en su vida.

- por el sorprendente número de ocasiones en las que en mi adolescencia se me comparó físicamente con él en su juventud (bueno sí, podría ser peor, ahí está Ringo).

- porque en general nadie le destaca, y siempre mola alinearse con los débiles e ir a contracorriente.

- porque compuso tres de las que, para mí, estarían sin duda en la lista de mejores canciones de los Beatles: la ya mencionada Something, la buenrollera Here comes the Sun y la que para mí es su obra maestra y no llegó a destacar hasta que el grupo se escindió y la hizo suya, While my guitar gently weeps.

Y como homenaje a George Harrison y a esta, para mí, joya musical, compartiré con vosotros cuatro versiones de la misma a lo largo de los años. Para aquellos (supongo que todos) que no quieran tragarse 4 veces la misma canción, recomiendo ver la tercera opción.

Versión de los Beatles (Muy blandita para mi gusto)



Versión de George Harrison en solitario. Queda claro de quién era y quién sabía cómo hacerla sonar.



Versión de George Harrison, Ringo Starr, Eric Clapton, Phil Collins y Elton John. Ahí queda eso. (Y no es por desmerecer al homenajeado del post, pero anda que no se le ve sufrir tocando el solo con Clapton...)



Versión de Eric Clapton, Paul McCartney y Rigno Starr en el concierto homenaje a George tras su muerte.
(Para quien esté pensando "¿Qué demonios hace ahí atrás George con 20 años tocando la guitarra tras su funeral?" aclarar que ese es su hijo).




Y recuperando las viejas costumbres, buen fin de semana a tod@s.

jueves, 17 de julio de 2008

Comer en Polonia

Llego por fin al último post sobre mi viaje a Polonia y lo hago con un tema, al menos para mí, de gran importancia: la gastronomía.

Como le comentaba poco antes del viaje a unos amigos yo cimento mis vacaciones/viajes sobre tres pilares fundamentas: la cultura, el relax y la gastronomía. Dependiendo de la duración del viaje y su destino el porcentaje de cada uno de esos elementos puede variar. Por ejemplo, en el típico viaje turístico a una ciudad/país desconocida se podría considerar que la distribución de porcentajes sería algo así como: Cultura 60%, Gastronomía 25%, relax 15%, En cambio si me voy a casa de mis padres el reparto podría cambiar a: Gastronomía 60%, relax 35%, cultura 5%. En resumen, para mí comer bien es fundamental durante mis vacaciones vaya a donde vaya.

Una vez explicado esto, que a nadie le importa, he de reconocer que en Polonia no se come especialmente bien. No obstante, eso no quiere decir que se coma mal sino simplemente diferente y peor de lo que los españoles acostumbramos. O esa es mi opinión. También es cierto que hablo tan solo por la semana que he estado allí y que, cuando juzgas la desconocida comida de un desconocido país, estás en gran parte en manos de la suerte. Todo depende mucho de que tengas fortuna con el restaurante que termines eligiendo y con el extraño plato que acabes solicitando. No obstante, creo que en torno a una docena de platos en otros tantos restaurantes es una muestra objetiva bastante considerable como para emitir un juicio.

He de reconocer también que en mi caso fui con algunas recomendaciones bajo el brazo gracias a una interesante conversación que tuve con un par de compañeros de trabajo polacos antes de salir para allí. Es por ello que llevaba apuntados los platos más típicos del país y sabía, a grandes rasgos, en qué consistían. De igual manera sabía cómo se escribían en polaco, algo muy útil. No obstante, la mayoría de las cartas de la zona turística estaba traducidas al inglés, así que tampoco es el fin del mundo. En algunos locales, incluso, tienen el detalle de tener una carta traducida al español. Eso sí, el estafador que se dedicó a hacer esas traducciones debía de tener de español lo mismo que el reciente campeón de Europa Marcos Senna, porque algunas traducciones como "pecho de pavo" o "Frutas con crema azotada" (por fruit with whiped cream) no tienen desperdicio.

En fin, que volviendo a la comida decir que el plato oficial de Polonia es la sopa. Tienen cientos de sopas diferentes que básicamente se separan en dos grupos, las sopas a secas y las sopas agrias. A mi lo de tomarme una sopa fermentada hecha con nata agria como que no me atraía demasiado, así que me decidí a probar una sopa de champiñones a secas. ¿El resultado? Dejémoslo en que si la normal sabe así, casi mejor nos olvidamos de la agria.



Lo de los alimentos agrios y fermentados está a la orden del día en Polonia. Y la estrella de estos ingredientes es la col fermentada, más conocida como chucrut. Te la encuentras en muchos platos, como guarnición o parte de la elaboración. Entre ellos el "bigos" que es como un megaguiso de carne con verduras y al parecer es el plato típico del país junto con las sopas. Yo, como decía, no soy amigo de los alimentos en mal estado... digo... fermentados. Así que me ahorré probarlo.

Pero vamos a dejar a un lado las experiencias negativas y ser un poco más optimistas.
Otro de los elementos fundamentales de la cocina Polaca son las salchichas. Tienen decenas de salchichas diferentes y las carnicerías tienen las paredes y los mostradores llenas de ellas. Por supuesto eso sí que lo probé, y además recién hechitas a la parrilla. Si os gustan las salchichas del supermercado (ese recurso patético del vago) no os imagináis qué diferencia.



Sí, es cierto. Que las salchichas sean lo más destacable de tu cocina no dice mucho en tu favor. No obstante también tenían otros buenos platos. La carne también es importante en la dieta polaca. Sobre todo tiran de carne de cerdo y, casi siempre, con salsas (setas, pasas, etc.). Uno de los tipos de carne en cuestión es una especie de lomo de cerdo relleno de ciruelas pasas. Yo, personalmente, lo recomiendo. Además, este gusto por la carne con fruta parece ser relativamente común. Lo dice alguien que también se comió una pechuga de pollo con melocotón.



Otro de los platos típicos del país, que se pueden encontrar en casi cualquier restaurante y que te pueden salvar si eres un poco especialito, son los Pierogi. ¿En qué consisten? Son una especie de ravioli gordos con una pasta un poco diferente y rellenos de distintas cosas. Los más comunes: champiñones y chucrut (puag), queso y patata (los favoritos de alguien que yo me sé), carne (me lo pido), fruta con salsa de yogur (pues sí, qué pasa, yo me los pedí y estaban bien buenos).



Si bien todos estos platos son relativamente discutibles, he de reconocer que con los postres a mi me ganaron fácilmente (claro que eso tampoco tiene mucho mérito). A destacar dos postres en especial: la tarta de queso y la tarta de manzana. Ambos de un estilo muy diferente al que estamos acostumbrados en España.



Y puestos a hablar del dulce, también hay que destacar los helados. Por alguna desconocida razón hay una gran tradición de helados en Polonia (como si no pasaran un frío que te cagas la mitad del año). Las calles están plagadas de heladerías, muchas de ellas con cola, que ofrecen a precios muy recomendables unos helados que vale la pena probar. De hecho, los helados industriales lo tienen tan difícil para competir que recurren a publicidades de lo más sutiles.



Dicho todo esto habrá que acompañar toda esa comida con algo de bebida. Y por mucho que el vodka sea la bebida típica del país, todo indica que lo es de nombre pero la cerveza le tiene ganada la partida. Hay un buen número de marcas de cerveza polaca y yo solo tuve oportunidad de probar un par de ellas, pero no estaban nada mal. Allí todo el mundo come y cena con cervezas y, lo mismo que aquí te pides una caña, allí el tamaño más pequeño es el de 300 cl. Por supuesto, cualquier hombre que se precie, no se rebaja a esas mariconadas y pide por lo menos la de medio litro.



Y una vez analizado a grandes rasgos el panorama gastronómico polaco simplemente añadir tres pinceladas más relacionadas con el tema:

- No sé si es solo en las zonas turísticas de Varsovia y Cracovia, pero el 90% de los restaurantes y bares son realmente bonitos. ¿Sabéis el típico bar que ves en Madrid y Bilbao y dices: joe que chulo? Pues allí cualquiera es así.

- El horario de comidas de los restaurantes es realmente sorprendente. Para quien piense que en España tenemos horarios amplios, que los compare con los suyos. Las cocinas abren entre las 10 y las 11 de la mañana y no cierran hasta las 11 de la noche. ¿Consecuencia? Puedes comer o cenar a cualquier hora del día. A ver si todo va a ser un mito y no somos los mejores de Europa en todo...

- Por último, y probablemente de lo más importante, los precios. Así como otras cosas no están tan baratas comparadas con España, lo de la comida es caso aparte. No voy a analizarlo concienciudamente, así que simplemente daré un ejemplo:
Varsovia (en teoría la ciudad más cara del país), un restaurante (recomendado por las guías de viaje) en la zona más turística de la ciudad. Comer en la terraza un entrante para compartir, dos platos principales, dos postres, una coca-cola, botellín de agua y un café = 70 zloty. ¿Y eso cuanto es? Aproximadamente 20€. Ahí queda eso.

Adiós Polonia. Ha sido un placer conocerte.

miércoles, 16 de julio de 2008

Cracovia, la niña bonita de Polonia

Todo el mundo dice (no sé cuántos de ellos con conocimiento de causa y cuántos de oídas) que Cracovia es la ciudad más bonita de Polonia. De hecho, antes de viajar a ese país, llegó incluso a mis oídos que era la única ciudad bonita del país.

Sinceramente, después de haber visitado Varsovia, no estoy de acuerdo con estas afirmaciones. Es cierto que Cracovia puede resultar algo más bonita y es indiscutible que el hecho de que la mayoría de su casco antiguo sea original y no se haya reconstruido a mediados del siglo XX le da mayor valor. No obstante, eso no quita para que Varsovia también tenga sus zonas buenas y, sobre todo, pueda despertar mayor interés en el visitante curioso.

Pero bueno, como ya he dicho, Cracovia tiene un casco antiguo precioso en el que se puede llegar de una punta a la otra en apenas 10 minutos a buen paso. Es una ciudad altamente recomendable y bien preparada para el visitante. Eso sí, sin llegar a ser la típica ciudad turística insoportable.

Como no tengo ni el tiempo ni las ganas (al igual que probablemente los tengas tú, lector) voy a dejar de hablar y simplemente voy a compartir unas fotos. Y para los impacientes decir que este será el penúltimo post sobre ese desconocido país del este y en adelante recuperaré el tono generalmente absurdo del blog.





martes, 15 de julio de 2008

Polonia, crisol de religiones

Uno de los múltiples detalles que a un españolito de a pie le puede llamar la atención en Polonia es la amalgama de religiones que convive en sus ciudades.

Polonia es mayoritariamente católica, algo fácilmente detectlable en cuanto al número de iglesias. De hecho es tal su acumulación que en Cracovia, por poner un ejemplo, hay una plaza en la que se pueden encontrar hasta tres, dos de ellas muro con muro y una tercera enfrente. Así mismo la omnipresente figura de Juan Pablo II lo deja bastante claro.






No obstante eso no impide que también haya una importante herencia judía que, desde los años ochenta, se está reactivando a marchas forzadas.



Y por último tampoco hay que olvidar que la Iglesia ortodoxa tiene cierto peso específico en el país.



Es por ello que, mientras se camina por varsovia y Cracovia, se pueden obervar monumentos de cualquiera de las tres religiones conviviendo en armonía. Algo más que meritorio en un país con esta historia.

jueves, 10 de julio de 2008

Auswitch, la vergüenza de la raza humana

Desde mi punto de vista una visita absolutamente imprescindible. SIn lugar a dudas uno de esos lugares en el mundo que, por únicos, son necesarios.


Puede resultar duro, pero es algo que hay que hacer si se viaja a Polonia. Visitar Auswitch, en la medida de lo posible con un guía autóctono, te hace sentir y entender cosas que hasta ese momento veías solo superficialmente.


Es algo tan impresionante que ni siquiera tiene sentido que intente explicarlo en palabras. Uno lo ha estudiado, ha leído sobre ello y lo ha visto en numerosas películas, pero no es hasta que te encuentras paseando por sus caminos de tierra flanqueados por barracones que te das cuenta de lo que supone.


Simplemente comentaré una de las múltiples anécdotas que a uno le explican allí. Hay pruebas de que los países aliados recibieron en varias ocasiones completos informes de la resistencia existente dentro del campo de concentración. Esos informes dejaban bien claro el número de reclusos de los campos, lo que allí sucedía y los millones de personas que se estaban exterminando. Del mismo modo se les explicaba los cientos de miles de vidas que la destrucción de las cámaras de gas y su consecuente reconstrucción podría suponer. Para ello daban las coordinadas exactas de esas cámaras de gas y suplicaban que fueran bombardeadas. La respuesta de los Gobiernos aliados fue siempre que la mejor forma de ayudar a esa gente era acabar la guerra cuanto antes y que para ello no podían alejar a los bombarderos del frente y mandarlos hasta el centro de Polonia. Al mismo tiempo, durante los años de existencia de Auswitch, la fábrica de armas que se encontraba a tan solo unos kilómetros del campo, fue bombardeada por los aliados en 7 ocasiones.


Valga esto como ejemplo del por qué del título de este post. No fue tan solo la locura de un hombre, la cobardía de sus subordinados o la dudosa ingenuidad de sus compatriotas lo que permitió que esto sucediera. Toda la raza humana debe sentirse responsable y avergonzada por lo que sucedió.


Y ahora, simplemente, compartir algunas de las fotos que sacamos en el campo de concentración. No colgaré las pocas fotos que tenemos del interior de los barracones que funcionaban como museo ya que, además de que en teoría no estaba permitido hacerlas (a decir verdad, tampoco es que dieran muchas ganas) es algo que hay que ver en persona. Cualquier otra cosa no sirve.







miércoles, 9 de julio de 2008

Los judíos en Varsovia

Como ya mencioné ayer el número de judíos polacos exterminados por el nazismo fue brutal. Obviamente, al ser Varsovia la capital del país, acumulaba a un gran número de ellos. Los alemanes, según cifras oficiales, consiguieron acabar aproximadamente con el 90% de los judíos de la ciudad.

Todo el mundo, especialmente después de la obra maestra de Polanski, conoce la historia del gueto de Varsovia. No obstante no puedo evitar dar algunos datos al respecto.

En 1940 nacía oficialmente el gueto de Varsovia con el levantamiento de un muro de ladrillo que cercaba una pequeña zona de la ciudad. Para ser más concretos en cuanto a su tamaño la zona aislada tenía una extensión aproximada del 2,5% del total de la ciudad. En cuanto a la gente confinada allí en un principio se sabe que fueron unos 380.000 judíos de la ciudad. Para hacerse a la idea del hacinamiento correspondiente vale comparar el porcentaje de superficie antes mencionado con este otro: esa gente suponía aproximadamente el 30% de la población de la capital. Sí, eso es, metieron en un 2,5% de Varsovia al 30% de sus habitantes.

No obstante, por si eso no fuera suficiente, en los meses siguientes fueron llegando judíos de todas las pequeñas localidades de los alrededores. ¿El resultado? Pronto se llegaron a superar los 400.000 habitantes en el geto. Tres años después, poco antes de su desmantelamiento, esa cifra había bajado hasta 50.000. La razones son varias, pero todas ellas fáciles de imaginar. El hacinamiento, agravado por la falta de higiene y la malnutrición, convirtió la zona en un foco de enfermedades que se cobraban varias vidas a diario. No obstante los campos de concentración y los fusilamientos masivos acabaron con la mayor parte de su población. Así mismo, no hay que olvidar el famoso levantamiento del gueto de Varsovia, que también supuso la muerte para miles de judíos que, por lo menos, tuvieron la oportunidad de morir luchando.

No tengo intención de dejarme llevar y, como en los últimos días, seguir escribiendo compulsivamente. Así que, quien esté interesado en documentarse más sobre el tema (vale la pena) que consulte alguna de las múltiples páginas web que hablan del tema. Yo, por mi parte, me limitaré a compartir algunas de las fotos que dan fe de todo lo ocurrido en la ciudad con respecto a este tema.

1) Uno de los dos fragmentos que quedan del muro del gueto. En serio, toda una experiencia estar frente a algo así. Lo más increíble, están en el patio interior de un bloque de viviendas del centro. Como si fueran unos muros viejos cualesquiera.

2/3) El gigantesco e inquietante cementerio judío de Varsovia. En la segunda foto se pueden apreciar los disparos sobre las lápidas.

4) Fragmento de un monumento expuesto en el cementerio judío. Sin comentarios.

5) Monumento al Doctor Janusz Korczak. Responsable de un orfanato de la ciudad cuidó de los 200 niños huérfanos hasta que los alemanes se los llevaron. El se negó a abandonarles y acabó siendo asesinado con todos ellos en la cámara de gas del campo de concentración de Treblinka.

6) Monumento a los héroes del levantamiento del gueto de Varsovia. Como anécdota destacar que fue construido en 1944 con un material especial importado de Suecia por los alemanes para construir un monumento como homenaje a la victoria del III Reich. Por suerte llegó lo suficientemente tarde como para tener otro fin.

7) Brazalete que los judíos estaban obligados a utilizar en el gueto (auténtico).


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martes, 8 de julio de 2008

Varsovia, la resistencia desesperada

Una vez más tengo que referirme a la II Guerra Mundial para hablar sobre Varsovia. En esta ciudad se organizó el ejército polaco que más oposición presento a las tropas nazis durante su incontenible avance hacia el Este.

Es imposible encontrar una cantidad que se pueda tomar por oficial sobre el número de polacos asesinados por los nazis (tanto durante la conquista del país como durante su ocupación), pero después de consultar las cifras en diferentes fuentes, voy a optar por unos números que están más o menos en la media de lo visto. Espero que ayuden para hacerse a la idea de lo que los alemanes hicieron a Polonia durante esos años, y así entender su valentía, su resistencia, su sufrimiento y lo que el mero hecho de que el país siga existiendo hoy en día.

Primero, las cifras de los ejércitos:

Ejército alemán:
1 millón de soldados
2.600 blindados
2.000 aviones

Ejército Polaco
400.000 soldados
400 blindados
400 aviones

Y ahora las cifras fatales:
En 1939, antes de la invasión alemana, Polonia tenía una población aproximada de 25 millones de habitantes. Entre 1939 y 1945 murió aproximadamente el 21% de la misma. Los porcentajes no son tan claros como las cifras, así que digamos que durante esos seis años el nazismo acabó, de nuevo aproximadamente, con la vida de 5,4 millones de polacos (3 de ellos judíos).

Y una vez dicho todo esto, simplemente decir que la mencionada resistencia polaca aguantó durante apenas dos semanas los envites del ejército alemán. No obstante, considerando lo mencionado más arriba, todos y cada uno de esos días deben considerarse una gesta. Seguramente ni uno solo de los soldados polacos pensaba en la posibilidad de salir victorioso de una batalla abocada al fracaso. Pero no cabe duda de que la elección de morir luchando fue sin duda un acierto teniendo en cuenta lo que vino después.

Como ejemplo de la ciega y tristemente estéril valentía polaca merece mención especial la Brigada Pomorska. En 1939 esta brigada de caballería se enfrentó, sable en mano, a una división de panzers alemanes en su avance hacia Varsovia. El resultado fue el imaginable, los jinetes (y sus monturas) fueron rápida y brutalmente aplastados (en muchos casos literalmente) por los carros blindados.

Dicho esto hay que dejar claro que la resistencia polaca no sólo se defendió de la invasión nazi, sino que durante los años de ocupación se mantuvo viva con dos objetivos primordiales: hacer la vida imposible a los alemanes y mantener viva la identidad polaca. Una cosa estaba clara en la conciencia de todos y cada uno de ellos, Polonia no volvería a ser eliminada del mapa mundial. (Lástima que los "salvadores" soviéticos no compartieran ese punto de vista).

Y volviendo a mi viaje, simplemente decir que, como seguramente se estará adivinando de todos estos posts, la historia es parte fundamental de la visita a este país y especialmente a su capital. Varsovia tiene su grandeza en su historia y es imposible no sumergirse en ella cuando se está allí. Para ello es altamente recomendable, si se tiene el tiempo suficiente, visitar el Muzeum Powstania Waszawskiego (Museo del levantamiento) de Varsovia.

Una vez soltado este rollo aquí dejo unas fotillos de las múltiples referencias a la resistencia polaca que se pueden encontrar en la capital de Polonia.

1) Yo mismo en el mencionado museo observando los restos del Castillo Real de Polonia que allí tienen expuestos (sí, esos escombrillos). Al fondo una lona con una imagen de Varsovia poco antes del comienzo de la invasión.

2) Edificio pre-contienda a duras penas mantenidos en pie. En sus fachadas fotografías de ciudadanos de la época. Aunque parezca increíble hay varios y están en el centro de la ciudad.

3/4) Espectacular monumento homenaje a los caídos durante la batalla en Varsovia. Os lo aseguro, es de los más espectacular de la ciudad aunque no sea más que un conjunto de estatuas. Eso sí, es gigantesco y está dividido en dos bloques del que aquí solo se ve uno. En total sacamos como una docena de fotos ahí, pero espero que con un par de ellas baste para captar su esencia.

5) Una de esas historias que a uno le da un mal rollo... En Varsovia, tanto el ejército alemán durante la conquista como la resistencia durante la ocupación, contaron con la participación activa de los scouts polacos. Sí, tal cual. Cientos de niños y adolescentes de la ciudad participaron como mensajeros o en otras tareas durante la guerra. Y, obviamente, no por ser niños corrieron mejor suerte que sus mayores. En la foto, el monumento que se les dedicó a los mismos junto a la muralla de la ciudad.

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lunes, 7 de julio de 2008

Varsovia, ciudad de contrastes

Tantas guerras y reconstrucciones han convertido a Varsovia en una ciudad de contrastes. Lo mismo estás atravesando una calle llena de curvilíneos rascacielos de cristal que te das de frente con alguno de los ruinosos edificios que consiguieron mantenerse en pie durante la contienda.

Aquí algunos ejemplos de lo dicho. Desde un mastodóntico rascacielos herencia del dominio comunista hasta un flamante centro comercial del centro de la ciudad, pasando por un cruce de calles cualquiera: A un lado de la calle una moderna galería comercial, frente a ella una de las escasas cosntrucciones prebélicas que se mantienen en pie a duras penas. Eso sí, con habitantes en su interior que observan la calle a través de las vallas metálicas que evitan que los cascotes que se desprenden de las fachadas puedan impactar a los peatones.





Pero puestos a hablar de contrastes, no puedo evitar compartir este par de imágenes.

- En primer plano lápidas del estremecedor cementerio judio de la ciudad (sobre el que hablaré en otro post). Al fondo, un anuncio de McDonalds.



- En primer plano un monumento a una multitudinaria familia asesinada por el nazismo así como a los niños judios exterminados por el Reich. Al fondo, un gigantesco edificio de modernos apartamentos.

miércoles, 2 de julio de 2008

Varsovia, una ciudad reconstruida

Hola,

como ya comenté ayer Polonia ha sufrido a lo largo de los años numerosas guerras que han destruido sus ciudades. El mayor ejemplo de ello es Varsovia. Durante la II Guerra Mundial fue brutalmente arrasada manteniendose en pie tan solo un 10% de su totalidad. Sí, un 90% de la ciudad fue destruido bien durante el enfrentamiento con el ejército nazi, bien una vez ocupado por el mismo.

En 1945, bajo el dominio soviético, comenzó el desafío de volver a levantar toda una ciudad. Desde luego no se trataba de un objetivo sencillo. Pero con la población diezmada, sin apenas dinero, y bajo la férrea supervisión comunista, Varsovia volvió a levantarse piedra a piedra. Lo más espectacular: su casco histórico, en el que se realizó un gigantesco esfuerzo para volver a levantar, piedra a piedra, todos los edificios de la zona (casas, castillos, iglesias...) hasta dejarlo casi tal y como estaba antes de la guerra.

La consecuencia es que, hoy en día, el turista se pasea por esas preciosas calles con la sensación de encontrarse en cualquier otra ciudad antigua, cuando en realidad la mayor parte de los edificios que le rodean no tienen más de cincuenta años.

En fin, no quiero enrollarme tanto como ayer, así que simplemente compartiré un par de fotos del casco histórico de esta ciudad. Y una cosa, por mucho que cierta gente diga que Cracovia es la ciudad realmente bonita de Polonia y que Varsovia no merece mucho la pena, personalmente no estoy en absoluto de acuerdo. ¿Qué casi todo está reconstruido? Bueno, sinceramente no sé hasta qué punto eso es algo negativo o un valor añadido. Es increíble la cantidad de monumentos sobre los que, leyendo la guía de viaje, uno se da cuenta de que han sido contruidos tres veces al ser reducidos a sus cimientos durante dos guerras (Suecia y Alemania).




martes, 1 de julio de 2008

Polonia, 300 años de destrucción

Hoy por fin tengo un momento para empezar con los sucesivos posts que tengo intención de compartir sobre mi viaje a Polonia. En teoría deberían ser nueve. Ya veremos si consigo hacerlos todos o incluso si no se me va de las manos y al final son más.

Antes de nada quiero volver a decir lo satisfactorio que ha resultado este viaje. Tal vez Polonia no sea comparable en cuanto a belleza o majestuosidad con otras ciudades del centro y el este de Europa (Praga, Viena, Budapest...) pero tiene un valor añadido, su historia. La catastrófica historia de Polonia, que en realidad cualquiera conoce a grandes rasgos pero a la que nadie presta especial interés, se le mete a uno dentro de la piel mientras se encuentra en sus ciudades. Recorrer sus calles, visitar sus monumentos e informarse en sus museos permite darse cuenta de lo que ese país y sus habitantes han vivido a lo largo de los siglos y como, a pesar de ello, han conseguido salir adelante una y otra vez hasta conseguir estar alcanzando en este momento a países consolidados de Europa como la misma España.

Por si alguien no tiene claro a qué me refiero cuando hablo de la turbulenta historia de Polonia aquí comento algunos detalles de sus últimos siglos.

- 1654. La próspera Polonia se haya entre los emergentes ejércitos sueco, ruso y turco. Suecia conquista gran parte de Polonia y décadas de guerra entre las tres potencias y la resistencia local destruyen el país y diezman a su población.

- 1772. Rusia, Prusia y Austria se reparten el maltrecho país tras la retirada de los suecos.

- 1793-94. Rusia aplasta el levantamiento popular por la independencia. El reparto anterior se reafirma y se endurece. Polonia desaparece de los mapas.

-1919-20. La resistencia polaca no solo combate contra los rusos. En estos dos años tiene tiempo también para sostener dos guerras contra las fronterizas Checoslovaquia y Lituania.

- 1921. La Paz de Riga otorga la independencia de Rusia a los estados bálticos. Más de un siglo después Polonia existe de nuevo.

- 1939. 18 años es lo que dura la independencia del país. El 1 de septiembre la Alemania nazi traspasa las fronteras y comienza su implacable avance. Una vez más el país es brutalmente destruido y su población arrasada. Al mismo tiempo, con la escusa de liberar a la población de la opresión nazi, la unión soviética traspasa su frontera con Polonia entrando en el país como un elefante en una cacharrería.

- 1945. Tras la guerra nace la República Popular de Polonia. Un bonito nombre para un ficticio país que en realidad no es más que una provincia más de la mastodóntica URSS.

-1991. Tras la caída del muro de Berlín y el resquebrajamiento del pacto de Varsovia y la Unión Soviética, Polonia celebra sus primeras elecciones libres desde antes de la II Guerra Mundial.

En efecto. Polonia ha tenido la desgracia de encontrarse siempre en el medio y ser territorio de batalla de las diferentes potencias militares europeas. Ahora, tras algo más de quince años de independencia, siguen reconstruyendo el país a ritmos forzados e intentan recuperar el tiempo perdido. Desde el humilde punto de vista de un turista pasajero, creo que no les queda mucho para conseguirlo. Sinceramente, deberían ser un pueblo orgulloso de sí mismo.

Y una vez terminada esta soporífera introducción, a partir de mañana (si Dios quiere y el trabajo me lo permite) empezarán los posts con fotitos.