Y 6 anos después…

…están de vuelta. Por fin he podido darme el gustazo de escuchar “La ley innata”, lo nuevo de Extremoduro. Sinceramente no me parece un buen disco ni siquiera para los seguidores del grupo. Tampoco es que sea malo, pero después de tanto tiempo la verdad es que podían habérselo currado un poco más.

Aquí tenéis Dulce introducción al caos, el single y primer corte de este CD además de ser el difícilmente discutible mejor tema del album. Y para quien quiera algo más que leer durante los siete minutazos que dura (y no es la más larga), más abajo sigo divagando.



Eso sí, lo irregular del disco no ha evitado que escucharlo haya sido sumamente satisfactorio, ya que ha sido como reencontrarse con el pasado, con todos aquellos momentos de la adolescencia (y postadolescencia) con la voz rota del Robe y el guitarreo de Uoho como banda sonora. Y os aseguro que son muchos.

Me ha venido a la memoria cómo Iñaky me prestó el Iros todos a tomar por culo allá por el 97 y les presté auténtica atención por primera vez.

Recuerdo darme cuenta, escuchando Decidí andando bajo la lluvia, que no eran solo una panda de macarras que hacían ruido.

No he podido evitas sonreír pensando en las horas nocturnas pasadas en el Alfil con toda la gente de Laredo (o con los que preferían entrar ahí en lugar de ir a los otros 20 bares con música “bailable”) antes de que el local se incendiara y esos veranos desaparecieran de mi vida.

Sé que la mayoría de los CDs los compré en Long Play con Iñaki aprovechando una oferta de packs de tres discos.

Tampoco puedo ignorar que no sólo en Bilbao me acompañaron estos impresentables dándome grandes momentos. Y sino que se lo pregunten a Manolo en las fiestas de Chami o a Rodrigo en los bajos de Argüelles. Bueno, o Miguel Ángel, que al final tuvo que admitir que no había que quedarse en su sonido sino ir más allá y darse cuenta de lo que valían

Y todavía disfruto recordando dos de sus conciertos a los que tuve la suerte de acudir…

Por esto y por muchas otras sensaciones y recuerdos que no voy a perder el tiempo en mencionar, voy a pasarme días y días escuchando este CD en el metro hasta que se me grabe en el cerebro, como todos los anteriores. Y, quién sabe, tal vez el 15 de Noviembre me anime y me plante en el Palacio de los Deportes de Madrid para volver a sentirme como cuando tenía 15, 17 o 20 años y todo parecía mucho más complicado que ahora pero todo tenía solución.

Para todos aquellos que estén pensando que todo esto es nostalgia adolescente, pues sí, tiene gran parte de eso. Pero ello no quita para que siga respetando a Extremoduro y, sobre todo, al Robe (ojo, como creador, no como persona que ahí no me meto). Así que no puedo evitar compartir algunas de esas frases que han salido de esa mente maltratada por las drogas para después ser malcantadas con su voz terrible (sé que nada de eso suena bien, pero como si fuera el único en dar el perfil: Calamaro, Sabina…).

- "Si en el infierno me esperas, quiero fundirme en tu fuego como si fuese de cera, siempre en estado de espera."

- "¿Cuánto más necesito para ser yo?"

- "Decidí aprender a hacerme yo la maleta para poder vivir, hoy lloré, se me habrá metido un poco de arena, eso no es para mí."

- "Desde que tu no me quieres yo quiero a los animales y el animal que mas quiero es el buitre carroñero."

- "¿Dónde está la salvación que, mortal, buscas? ¿De qué pediré perdón? No me importa, si en mi vida ni hay remedio ni entra Dios, me importa ser siempre yo."

- "Ella era la reina de las aves y yo le puse cara de ratón."

- "Hoy os voy a hablar con la sabiduría que me da el fracaso."

- "Me estoy reformando. Te miro, me hincho, me tiro a los cactus desnudo, pero no me pincho."

- "Me levanté hasta los huevos de vivir, te vi pasar y ahora ya vuelvo a sonreír."

- "Mi corazón es como una lata de cerveza, te la bebes y al final le das patadas sin pensar que me desquicias la cabeza."

- "No consigo recordar cómo pude llegar de la orilla hasta mar adentro... ¡Ah, sí, ya lo recuerdo! He muerto en el naufragio de tu barco de guerra traicionero."

- "Quiero comer donde me entre hambre, quiero dormir donde me entre sueño, huyes de mi como de un enjambre y harto que estoy de follarte en sueños."

- "¡Sol, déjame en paz! La luna me ilumina en esta ruina entra la claridad"

- "Tiré toda mi vida a la basura y ni las ratas se la comieron."

- "Voy a empaparme en gasolina una vez más, voy a rasparme a ver si prendo, y recorrer de puta a puta la ciudad, quemando todos tus recuerdos."

- "Antes de hacer la maleta y pasar la vida entre andenes, deja entrar a los ratones para tener quien le espere."

- "Me inventé mil maneras de perder la cabeza, es más sencillo así. Comprendí y ahora vivo en un castillo de arena, mi reino es para tí."

Y entre tantos pedazos de canciones, una cita que saco de una entrevista reciente y que hace que me corroa la envidia.

¿Escribe por las noches?

Sí. Empiezo después de cenar y estoy hasta las cuatro de la madrugada. Me siento mejor, más despierto, no hay teléfonos ni cosas que te molesten, no va nadie a verte. Me suelo levantar sobre la una. Cada uno tiene su propio reloj y éste es el mío...

Qué buen rollo...

...que me han dado siempre.
Ya os dije el sábado que lo iba a poner.

Ricardo H. Añil (II)

3 de la mañana. La hora de las musas. ¿O era la hora de las brujas? Qué más da. La misma mierda inexistente más allá de como mero apelativo que asignar a la misma mujer dependiendo de la altura de una relación. En cualquier caso un buen momento para que las ideas bullan en mi cabeza recién llegado a casa después de otra estúpida cena con Soler y su séquito de lamesuelas. Veinte horas despierto y más copas de vino de las que un exhabitante de la frontera del alcoholismo debería tomar me dan esa sensación de irrealidad que cualquier escritor desea encontrar a diario. Mucho rollo con eso de que la inspiración no se encuentra, sino que se busca, y que el escritor de verdad tiene que trabajar de forma seria y con un horario estandarizado. Pero si en la farmacia de la esquina vendieran pastillas para provocar esta nebulosa sensación tan cercana a lo febril, todos los que decimos dedicarnos a este oficio tendríamos el armarito del baño lleno de frascos de Desvarium.

Parece que fue ayer cuando me levanté como cada martes para acompañar a Sandra en ese viaje de tres pisos que es como el descenso en tobogán del niño torpe: intenso, emocionante, breve y con batacazo al final. Lástima que de torpe tenga mucho y de niño nada. Y ella de tobogán… no, no voy a decir nada de sus curvas. El insomnio y las copas no son razón para que hable como él.

Y después del mejor momento del día, que al ser tan absurdamente temprano no me deja objetivo alguno para el resto de la jornada, a escribir. El maldito libro. Mi cuarto libro. Su cuarto libro. A veces me pregunto si no sería mejor destruir cada página que escribo en lugar de permitirlo. Bueno, no tantas veces. Sólo en momentos como éste, sobre todo después de pasar un rato con él y sufrir cada minuto de “nuestro” éxito. ¡Dios! Si al menos no fuera tan idiota. ¿Pero eso ya lo sabíamos no, Ricado? Sí, lo sabíamos, porque siempre ha sido así de imbécil. Ni siquiera hablamos de una estupidez subyacente que se destapara con los años. Ya en la universidad su idiotez era más que obvia. Solo que no tenía la misma audiencia. A mayor número de espectadores de la tontería, mayor envergadura cobra la misma. Lástima que sea el único con esta opinión o con la valentía de reconocerlo. ¿La valentía de reconocerlo? ¿Valentía? ¿Reconocerlo? Oh, venga, vamos, se lo estás contando a tu ordenador en la triste soledad de tu salón a las 3.08 de la madrugada y después eliminarás el documento. Tienes tanto de valiente como de seductor, así que no intentes otorgarte méritos injustificados. Al fin y al cabo eres el máximos culpable de toda la situación.

¡A la mierda!

Citas memorables VI

Aquellos visitantes más observadores se habrán percatado de que gracias a la desinteresada aportación de cierto visitabte habitual , el encabezamiento de este blog ha cambiado.

Gracias por el favor, porque no sé qué opinará el pequeño gran público de este rincón, pero a mi me parece que está bien chulo.

Sigo sin tener tiempo para entretenerme por aquí, pero la ocasión se merecía un post. Así que, sin más que decir por el momento, os dejo con mi cada vez más habitual recurso de las citas cinematográficas.

- "¿Doctor Frankenstein?"
- "Fronkonstein"
- "¿Me toma el pelo?"
- "No, se pronuncia Fronkonstein."
- "¿Dice usted también Frodorick?"
- "No, Frederick"
- "¿Por qué no es Frodorick Fronkonstein?"
- "Porque es Frederick Fronkonstein."
- "Muy bien."
- "Usted debe de ser Igor."
- "No, se pronuncia Aigor."

(El jovencito Franckenstein), 1974

El nuevo Batman

Hace ya un par de semanas que disfruté de la nueva entrega de Batman "El caballero oscuro". Y si bien últimamente me he propuesto crear polémica y debate en este blog para darle un poco más de vidilla, en esta ocasión no puedo más que rendirme a la evidencia y alinearme con la inmensa mayoría de espectadores que alaban esta película.

Sí, estamos de acuerdo, no es la mejor película de la historia del cine. Pero está muy pero que muy bien desde cualquier punto de vista. Ya la anterior entrega de Christopher Nolan (quién ya había compensado su existencia solo con haber realizado Memento) estuvo muy bien. Pero es que con está ha ido un paso más allá. El desarrollo de personaje de Harvey Dent, el auténtico protagonista de la película, le da mil vueltas al de el 99% de las películas "serias" que se estrenan cada año. Y hay que reconocerlo, el Joker se sale. Aunque me siga pareciendo una estupidez que le vayan a dar un Oscar por haberse muerto. Pero bueno, hay tantas razones estúpidas y no relacionadas con la interpretación en estos premios, que tal vez la muerte sea una relativamente digna.

Y a todo esto, los dos párrafos anteriores no eran más que una introducción para lo que me ha llevado a escribir este post regresando a un blog que últimamente, por incompatibilidad con mi actual horario laboral de 70 horas semanales, tenía bastante abandonado. Resulta que, recientemente, se han publicado las siguientes declaraciones de Michael Cane sobre la que será la tercera entrega de esta nueva saga de Batman:

"Cuando Christopher [Nolan] me dijo que íbamos a hacer The Dark Knight, le pregunté que cual sería el argumento, a lo cual me respondió 'The Joker'. Le dije, 'Oh, ¿Como piensas superar a Jack [Nicholson]? y me respondió, 'Bueno, he contratado a Heath Ledger. Y si alguien puede superarle, ese es él.' Y así lo hizo."

"En otra oportunidad me encontraba con los ejecutivos de la Warner y le pregunté si haríamos una tercera parte y me respondieron que sí. Y luego dije, '¿Cómo rayos vamos a superar a Heath Ledger?' A lo cual me respondieron: 'Ya te cuento como: Johnny Depp como The Riddler y Philip Seymour Hoffman como El Pingüino.' Entonces me dije a mi mismo, Mierda, ¡Lo han hecho de nuevos!"

Ahí queda eso. Toma dos actorzuelos para dar la réplica al sexy-soso Christian Bale. Si Heath Ledger y Aaron Eckhart (con todos los respetos para ambos)han podido dejar a la altura del betún a Jack Nicholson y Tommy Lee Jones, imaginaos lo que Depp y Hoffman pueden hacer con los papeles que en su día interpretaron Jim Carrey (de forma patética) y Danny de Vito (dignamente).

Pues eso, que cuando todavía no me ha dado tiempo a ver "El caballero oscuro" por segunda vez, ya estoy deseando que se estrene la siguiente entrega.