viernes, 24 de diciembre de 2010

PELÍCULAS NAVIDEÑAS

¿Qué tienen en común Bill Murray, Mickey Mouse, Jim Carrey y la rana Gustavo? No, no me refiero al hecho de que, en un momento dado, te diste cuenta de que todos ellos tenían menos gracia de lo que pensabas cuando eras más joven. La conexión entre esos cuatro iconos de la cultura audiovisual es que, a lo largo de su carrera, han protagonizado una versión cinematográfica de Cuento de Navidad, la breve novela escrita por Charles Dickens a mediados del siglo XIX y que se ha convertido, probablemente, en la principal fuente de inspiración navideña para el séptimo arte. Sólo tienes que teclear “A Christmas Carol” en The International Movie Database (¿Cómo? ¿No conoces www.imdb.com? Vale, allá tú si quieres seguir utilizando las pobres entradas sobre cine de la Wikipedia para informarte sobre el tema). Como decía, teclea el título en inglés de la novela y obtendrás nada menos que cincuenta resultados entre cine y televisión. Y eso buscando por el título exacto, a lo que habría que añadir las decenas de cintas que, bajo otro título, esconden una versión del pequeño clásico inglés. ¿Un ejemplo? Pues sencillamente una de esas películas grabada a fuego en la memoria popular de todos los nacidos en los 70 y 80: Los fantasmas atacan al jefe.

No obstante, aunque esta historia es el tema principal o al menos la inspiración para algo así como el 75% de las películas navideñas, aún hay kilómetros y kilómetros de negativo que se han basado en otros temas. ¿El plan B favorito para recrear estas fiestas en celuloide? Sus icónicos personajes, normalmente pasados por el tamiz norteamericano. Ellos ponen el dinero, ellos hacen las películas, así que, ellos mandan.

Probablemente, como fan enardecido de los Reyes magos, no soy objetivo, pero me cuesta decidir una película sobre Papá Noel que merezca la pena destacar. Personalmente, cuando pienso en la versión comercialmente prostituida de San Nicolás, solo me vienen a la cabeza insoportables telefilms. Probablemente Bad Santa sea lo poco que salvaría de todo lo que se ha filmado con Santa Claus de por medio.

Los colegas de Santa han corrido una suerte dispar en sus versiones cinematográficas. Mientras que los inquietantes elfos han sido normalmente coherentes en la calidad de sus historias con su ridícula apariencia (véase Elf), el reno Rudolph ha disfrutado de unas adaptaciones mucho más agradables, desde que allá por los 40 apareciera por primera vez en los cines en forma de dibujos animados. Probablemente, la película más famosa sobre este cuadrúpedo radioactivo, sea uno de los primeros largometrajes en stop-motion de la historia: Rudolph, the Red-Nosed Reindeer (1964).

La técnica del stop-motion, por cierto, parece llevarse especialmente bien con esta temática, ya que gracias a ella existe esa obra de arte Pesadilla antes de Navidad. Sí, esa genialidad dirigida por Henry Selick, el hombre que tendrá que vivir toda su vida con el hecho de que su obra maestro se estrenara en las salas de todo el mundo con el título: Tim Burton’s The nightmare before Christmas. Frustrante, ¿no?

De vuelta a la banda de Papá Noel, hay un personaje más que ha aparecido en varias películas a lo largo de muchas décadas, protagonizando algunas de ellas. Personalmente, tengo que admitir que me despierta bastante más simpatía e interés que el señor mayor con barba y chándal rojo. Pero claro, ¿a quién no le gustan los tipos malos? Sí, estoy hablando de la némesis de Santa, el Grinch. De entre todas sus apariciones en pantalla me gustaría mencionar la relativamente decepcionante, pero aún así entretenida, El Grinch ¿Qué pasa? Tal vez algunos sigamos sintiendo debilidad por Jim Carrey. Y por Bill Murray. Qué demonios, incluso por la rana Gustavo. ¿Mickey Mouse? Eso ya no, ¿por quién me tomas?

¿Hay algo más allá de Cuento de Navidad, Papá Noel y sus amigos? Por suerte sí que lo hay, y en general nos ha dejado algunas películas mucho mejores, o al menos más entretenidas, que las mencionadas hasta el momento. Aquí están unos pocos ejemplos:

Gremlins. ¿A alguien se le ocurre un tema navideño más entretenido que juntar a un montón de psicópatas monstruillos verdes correteando por un pequeño pueblo Americano mientras siembran la destrucción y la muerte de la manera más gamberra posible?

Las dos primeras entregas de la saga La jungla de cristal. Veamos el comienzo de sus sinopsis. La Jungla de cristal: Nochebuena, un grupo de terroristas toma un edificio de oficinas lleno de rehenes. John McClane se encuentra allí, en la fiesta del trabajo de su novia. La Jungla de cristal 2: Nochebuena, un grupo de terroristas toma un aeropuerto lleno de rehenes. John McClane se encuentra allí, esperando la llegada del vuelo de su novia. John McClane, el tipo con el que no quieres pasar nunca una Nochebuena.

Love Actually. La Navidad es un contexto estupendo para desarrollar una comedia romántica. Además, si eres un director competente y consigues compensar la inevitable presencia de Hugh Grant con actores de la talla de Liam Neeson, Emma Thompson o Alan Rickman, tal vez consigas una película que encante a las novias y guste a los novios (aunque estos probablemenete no lo reconozcan).

Solo en casa y Solo en casa 2. Sólo dos preguntas. ¿Quién pensó que una segunda parte era necesaria? Y, sobre todo, ¿en qué demonios estaba pensando Joe Pesci?

La Navidad de Charlie Brown. Si estás buscando una Buena película de dibujos sobre la Navidad, Carlitos, Snoopy y Linus no te decepcionarán. Un poco infantil y rozando lo ñoño, pero qué demonios, estamos hablando de dibujos y Navidad. Hay que dejarse llevar un poco por el espíritu navideño.

¡Socorro, ya es Navidad! Inevitable en esta lista, aunque no precisamente destacable por su calidad. Chevy Chase, este tipo fue una estrella en Hollywood durante más de una década. Difícil de explicar.

Y, finalmente, no podemos olvidarnos del clásico de los clásicos. Esa película emitida tantas veces que, si no la has visto, probablemente no seas un ser humano. Qué bello es vivir, o cómo conseguir que todo el mundo odie una película que debería ser considerada como una gran obra gracias a la tortura de la repetición infinita.

Nota: Me abstengo de hablar sobre las películas bíblicas y “las de romanos”. Para eso necesitaría otro artículo entero.

Cita del mes:
Frank Cross: Quiero que se le vean los pezones.
Censor Lady: Pero este es un programa navideño.
Frank Cross: Bueno, estoy seguro de que Charles Dickens también hubiera querido verle los pezones.
Los fantasmas atacan al jefe (1988)

Recomendación del mes:
Pesadilla antes de Navidad. Henry Selick, 1993.