viernes, 20 de febrero de 2009

Oh, melancolía

Hoy viene a mi la damisela soledad
con pamela, impertinentes y botón
de amapola en el oleaje de sus vuelos.
Hoy la voluble señorita es amistad
y acaricia finalmente el corazón
con su más delgado pétalo de hielo.

Por eso hoy
gentilmente te convido a pasear
por el patio, hasta el florido pabellón
de aquel árbol que plantaron los abuelos.
Hoy el ensueño es como el musgo en el brocal
dibujando los abismos de un amor
melancólico, sutil, pálido cielo.

Viene a mí, avanza,
viene tan despacio,
viene en una danza
leve en el espacio.

Cedo, me hago lacio
y ya vuelo, ave.
Se mece la nave,
lenta como el tul,
en la brisa suave
niña del azul.

Oh melancolía, novia silenciosa,
íntima pareja del ayer.
Oh melancolía, amante dichosa,
siempre me arrebata tu placer.
Oh melancolía, señora del tiempo,
beso que retorna como el mar.




Y que conste en acta que estoy de buen humor. Es sólo que hoy me he lavantado con cuerpo de homenajear a ese gran engrasante de la creatividad que es la melancolía y que, de vez en cuando, no puedo evitar echar de menos forzando su visita.

1 comentario:

Inmaken dijo...

"la ciudad se derrumba y yo cantando".....

..los pelitos como escarpias si señor....y tb un carro de momentos.
Gracias.

tengo q recuperar a Silvio

un besico Josu